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La salud bucal comienza desde que estamos en el vientre de nuestras madres. Si durante el embarazo las mujeres cuidan su alimentación, su higiene bucal y realizan sus controles prenatales adecuadamente, impactarán de forma positiva el desarrollo de los órganos y las estructuras anatómicas de los bebés, así como la salud bucal de los mismos.
La primera visita al odontopediatra de los bebés o los niños debe realizarse en el primer año de vida, de esta manera se puede detectar la presencia de algún tipo de alteración de la cavidad bucal. Existen patologías bucales que aparecen con cierta frecuencia en los recién nacidos y que deben ser reconocidas y tratadas a tiempo para evitar cualquier problema en la lactancia, la alimentación, el desarrollo y el habla.
¿Cuáles son las patologías orales más comunes del recién nacido?
Las alteraciones o patologías bucales del recién nacido suelen ser muy variadas y pueden o no interferir con las estructuras anatómicas normales de la cavidad bucal. Entre las patologías orales más comunes podemos encontrar:
- Quistes Gingivales: Son lesiones pequeñas (de 0.5 a 3 mm), de color blanco, amarillento o grisáceo que aparecen en la mucosa bucal del recién nacido. Al estar ubicados en el reborde gingival (donde se van a erupcionar los dientes) se denominan Nódulos de Bonh, en la zona de los molares se llaman Quistes de la Lámina Dental y cuando aparecen en el paladar Perlas de Epstein. No necesitan ningún tipo de intervención y el tratamiento suele ser observación y masajes, ya que suelen desaparecer de forma espontánea.
- Dientes natales y neonatales: Los dientes natales se encuentran en la boca desde el nacimiento y los dientes neonatales erupcionan después del nacimiento, generalmente en los 30 primeros días de vida. Este tipo de dientes suelen llamarse dientes de erupción temprana y se diferencian de los dientes temporales ya que presentan movilidad por el tamaño de su raíz, menor tamaño, coloración amarillenta y pueden presentar hipoplasia del esmalte y bordes irregulares. El tratamiento puede incluir el desgaste de los bordes filosos e irregulares o la extracción de las piezas dentarias (después de los 10 0 14 días del nacimiento ya que los bebés no producen vitamina K) ya que pueden provocar lesiones secundarias que afectan la lactancia materna como lastimar el pecho materno o la aparición de lesiones en la base de la lengua del bebé conocidas como Úlceras de Riga-Fede.
- Candidiasis: Es una micosis producida por Candida albicans, un hongo que forma parte de la flora oral normal pero puede cambiar y ser un patógeno. Es la infección fúngica más común y se presenta generalmente en lactantes, probablemente por su sistema inmune inmaduro o asociado al uso del chupón. Se caracteriza por la presencia de placas blanquecinas que se desprenden fácilmente, dejando la mucosa enrojecida debajo y en algunas ocasiones con sensación de ardor o dolor.
- Frenillo lingual corto: El frenillo lingual es un pliegue de mucosa que une la lengua por el centro al piso de la boca. Cuando el bebé tiene frenillo lingual corto o anquiloglosia, la movilidad de la lengua se ve limitada dificultando el proceso de lactancia materna y posteriormente la masticación, la deglución y el habla. Dependiendo del grado de severidad, el tratamiento puede incluir frenectomía (procedimiento ambulatorio para liberar el frenillo con una pequeña incisión), esperar que el frenillo se distienda de forma natural y terapia de lenguaje.
La cavidad bucal de un bebé debe ser del interés tanto de los padres como de los especialistas del cuidado del paciente pediátrico. Para realizar un correcto diagnóstico de las patologías bucales del recién nacido antes mencionadas, es de vital importancia que tanto pediatras como neonatólogos conozcan las características normales de la boca de los bebés, de esta forma, al reconocer alguna anomalía se pueda brindar un tratamiento interdisciplinario (de ser necesario, realizar referencia con el odontopediatra) y una asesoría adecuada a los padres.
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