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El miedo al dentista es más común de lo que parece, una de cada 4 personas lo padece, y no es sólo cosa de niños. Algunas personas sólo pueden experimentar una sensación de nerviosismo antes y durante la consulta odontológica, pero otras han desarrollado lo que conocemos como odontofobia, un miedo desproporcionado e irracional hacia el dentista. La mayoría de los que la padecen, deciden que la mejor manera de evitarla es dejar de ir a las visitas periódicas con su odontólogo, lo que desencadena en una serie de problemas de salud bucodental.
Este miedo puede estar asociado a:
- Experiencias traumáticas de la niñez.
- Temor aprendido de algún miembro de la familia.
- Temor a las agujas.
- Aversión a los sonidos de los equipos utilizados por el dentista o a los olores de la clínica odontológica.
- Preocupación por que el tratamiento duela.
¿Cómo puedes disminuir el miedo al dentista?
Estos 5 tips te pueden ayudar a disminuir el miedo a visitar a tu dentista:
- Identifica la causa del miedo: Tómate un tiempo antes de programar tu cita para identificar la causa que te genera el miedo a la consulta odontológica. De esta forma, puedes tenerlos claros y se los puedes comunicar de una forma efectiva a tu dentista para que los tenga en cuenta durante tu visita. Eso también te puede ayudar a acordar una señal para indicar que necesitas un descanso durante el procedimiento odontológico.
- Infórmate: Visita antes la clínica para ver el ambiente y el trato del personal. Si no tienes un dentista de confianza, pide referencias entre tus familiares y amigos. Si consigues un dentista comprensivo y que pueda darte seguridad, tu cita va a ser mucho más amena y cómoda.
- Acude a tu cita a primera hora del día: De esta forma, no tendrás tiempo de pensar demasiado sobre tu miedo y no acumularás ansiedad durante el día.
- Aplica técnicas de relajación: Aprender técnicas de respiración o de meditación te puede ayudar a controlar los niveles de estrés antes y durante de tu cita. También te puede ayudar llevar tus auriculares para escuchar tu música favorita.
- Planea que tu primera cita sea “suave”: Puedes coordinar para que tu primera cita sea de revisión y limpieza, por ejemplo. De esta forma, cuando estés más cómodo y en confianza puedes continuar con tratamientos más complicados y que requieran colocación de anestesia.
Bonus Tip: Si tu fobia es muy grave, puedes evaluar con tu dentista la posibilidad de aplicar algún tipo de sedación. Recuerda que este procedimiento siempre se hace bajo la supervisión de un profesional.
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